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La Riera de Carme (27 Km) está situada en la comarca del Anoia, concretamente entre los municipios de Santa Candia, Orpí, Carme y La Pobla de Claramunt. Geográficamente debemos situar el arroyo en el Valle de Carme, que se encuentra entre las sierras de Orpinell (751 m.) y de Collbàs (544 m.). A su vez cave destacar que la Riera de Carme es el principal afluente del Río Anoia (62 Km), junto con otros más pequeños como el torrente de Montbui o el de Castellolí.

Uno de los aspectos que más favorecen y previenen la existencia de dicho arroyo es el hecho de que Carme, municipio que aporta el nombre a la Riera debido a su proximidad geográfica, está situado justo encima de un enorme acuífero, lo que provoca la continua presencia de agua en el terreno, ya sea de forma visible o bajo tierra. Concretamente, estamos hablando del acuífero de Carme - Capellades, que se calcula que atraviesa aproximadamente un tercio de la superficie de toda la comarca de la Anoia. Esta formación geológica almacena y circula agua subterránea aprovechando la permeabilidad, la porosidad y la fisuración de la roca que lo acoge.

Históricamente, la Riera de Carme no siempre había sido conocida por este mismo nombre. De hecho, se calcula que comenzó a recibir esta designación a partir de finales del siglo XIX. Anteriormente y, según demuestran diferentes documentos notariales de la época, la Riera de Carme habría sido designada con el nombre de Riera Noya o Noia. Consecuentemente, el actual Río Anoia era conocido con el nombre de Riera de Igualada, haciendo honor a la gran capital de la comarca del centro de Cataluña. Los datos revelan que, como mínimo, hasta el 1825 el afluente aún recibiría el nombre de Noya o Noia.

Si nos centramos ahora ya sí en la propia riera y en su propio recorrido, observaremos la diversidad en flora y fauna que esta comprende. Por un lado, la flora que acompaña a lo largo de todo el trayecto en el arroyo es la de hoja caduca, la que generalmente se encuentra en la vegetación de ribera. Por otra parte y si nos separamos unos metros directamente del río, comenzamos a observar lo que realmente es la mayoría de la flora en la comarca de la Anoia. Encontraremos la existencia generalizada de árboles de hoja perenne, sobre todo de pinos, aunque en sus orígenes se cree que toda esta zona estaba poblada por encinas y robles que, actualemnt, están mucho menos presentes. Los arbustos, los matorrales y el Pino Rojo son lo más común que podemos encontrar en los terrenos de la roca caliza anoienca. En cuanto a la fauna, hay que destacar un aspecto por encima de los demás. Durante el recorrido del arroyo podemos encontrar diferentes animales, todos ellos muy comunes en los bosques de la Catalunya central. Entre estos, podemos destacar reptiles como la serpiente blanca común o la tortuga de río, mamíferos como el jabalí, el conejo, la liebre común o el tejón. Por otra parte y además de todos este colectivo que podemos categorizar de común en el bosque de la Cataluña interior, podemos encontrar en la riera de Carme una serie de individuos muy singulares y especiales. El caso es que en este espacio de matorrales y humedales, encontramos un fenómeno bien extraño. Desde hace ya unas décadas, se ha observado que en los alrededores en la Riera de Carme se encuentran diferentes tipos de aves, muchos de ellos cuasi únicos en nuestro territorio, y sobre todo muy poco habituales en tierras catalanas. De hecho, hace justamente un año, un equipo de especialistas y animalistas llevaron a cabo un estudio de campo sobre el terreno con el fin de localizar y enfatizar cuáles eran realmente los colectivos de aves que podíamos encontrar. El resultado de este estudio demostró que en el Valle de Carmen ya lo largo de sus espacios de aigüamolls se podían llegar a encontrar más de 50 especies y hasta 85 aves diferentes. Entre estas podríamos destacr sus más comunes, como la golondrina, la paloma torcaz, el pato de cabeza azul o el cuco, pero también podemos destacar algunos otros más espontáneos y menos habituales, como por ejemplo el Verdugo, el Alcaudón , la Cornella negra o el Verdecillo. Se cree que este fenómeno puede ser causado devido a la gran complejidad geológica y biológica que acoge el arroyo de Carme. Esto permite que en un pequeño espacio encontremos distintos ámbitos naturales, a la vez que diversos climas, como son el de secar, el de rivera o el mediterráneo. La perfecta conjunción de dichos estados permite la creación de un pequeño microclima que, por lo visto, atrae y mucho a los pequeños voladores.

Uno de los aspectos que también podemos destacar del recorrido de la Riera de Carme el encontramos a unos cuantos kilómetros del mismo pueblo de Carme, concretamente a la altura del municipio de Santa Candia. En este lugar la Riera traza un recorrido muy especial, inmerso en medio de la roca cortada por la misma fuerza del agua y de sus sedimentos. El caso es que en este tramo de aproximadamente unos 2 kilómetros se pueden practicar descencsos y senderismo. Concretamente los barrancos y las pozas de Santa Candia se calcula que traza un recorrido que requiere un descenso de aproximadamente unas dos horas. La dificultad es baja, lo que propicia que muchas escuelas de senderismo utilizan este espacio para instruir a los principiantes, a la vez que invitar a los novatos a descrubrir nuevas experiencias.